En el corazón de cada palabra escrita hay un mundo por descubrir. Para los niños de primero de primaria, aprender a leer no es solo unir letras y sonidos: es abrir una puerta a la imaginación, al conocimiento y a la expresión de sus propias ideas.
La comprensión lectora es mucho más que entender frases; es aprender a pensar, a preguntar, a soñar. Cuando un niño comprende lo que lee, puede seguir instrucciones, resolver problemas, disfrutar cuentos, y conectar lo que aprende con su vida diaria. Es como darle alas a su mente para que explore sin límites.
En esta etapa, cada historia leída en voz alta, cada pregunta sobre un personaje, cada dibujo inspirado en un cuento, fortalece su capacidad de interpretar el mundo. Por eso, fomentar la comprensión lectora desde el primer grado es sembrar las semillas de futuros escritores, científicos, artistas y ciudadanos críticos.
Leer con ellos, preguntarles qué entendieron, dejar que inventen finales distintos o que representen lo leído con dibujos o juegos, son formas de hacer que la lectura sea una aventura emocionante. Porque cuando un niño comprende lo que lee, no solo aprende: se transforma.